Las estrategias competitivas son un conjunto de acciones que se ponen en marcha para lograr una posición ventajosa frente a la competencia y garantizar la vigencia y renta de la empresa.
Una empresa competitiva es aquella que logra destacarse a través de diferentes estrategias: o ser líder en costos, o elevar su propuesta de valor de otra forma.
Al buscar el liderazgo por costo del producto, la empresa debe ofrecer un precio por debajo de la competencia, captando la atención del cliente de esa manera, ya que en general un costo menor se traduce en una mayor conveniencia para el cliente.
Pero esta no siempre es la mejor alternativa para destacarse en el mercado. Otra buena estrategia es agregar valor al producto, diferenciándolo de su competencia por su calidad, su estética, o en general, por cualquier elemento distinto al precio.
Competir por costo x Competir por diferenciación
La principal ventaja de competir por costos es que es una estrategia que se puede adoptar en un tiempo breve. Sin embargo, tiene la desventaja de no ser sostenible en el tiempo, ya que sacrifica la rentabilidad de tu negocio. Adoptar esta estrategia para que la empresa sea competitiva, es apropiado para empresas con tecnologías que permiten ahorrar en el costo de producción y que por tanto permiten transferir este ahorro, o parte de él, al cliente.
Establecer una estrategia de competitividad basándose en la diferenciación, en cambio, requiere coordinar un esfuerzo mayor, pero a la vez suele traer mejores resultados en lucros.
La ventaja principal de esta estrategia de competitividad, es que no sacrifica la rentabilidad por el crecimiento, es decir, el precio del producto está en línea con el mercado o incluso sobre la media. Con esta estrategia, la distinción de tu empresa frente a las demás es tan relevante, que el cliente puede encontrar el mismo producto en la competencia, pero no encontrará el valor agregado que tú le ofreces. Un buen ejemplo de lo anterior es la experiencia que ofrece Apple versus un smartphone genérico.
Vale resaltar también que una estrategia de competitividad basada en la diferenciación requiere una atención especial en la calidad de la postventa. La comunicación con el cliente es vital, ya que, a partir de la fluidez de la comunicación, se puede entender mejor cómo satisfacer al cliente.
Hay que cuidar que la propuesta de valor no sea imitable en el corto plazo ya que, de otro modo, otras iniciativas copiarán el modelo y la diferenciación ya no será tan destacable.
Para lograr implementar esta estrategia con éxito, debes identificar a tu comprador idóneo. Esto requiere tiempo y ayuda profesional. En Orquesta coordinamos eficientemente todas las acciones necesarias, incluyendo las plataformas y herramientas tecnológicas para obtener resultados con métricas al servicio de tu empresa.
La estrategia de competitividad por diferenciación, debiese generar rentabilidad en el largo plazo y el crecimiento de la empresa. Este crecimiento también puede ser abordado de diferentes formas, como las que citamos en seguida.
- Crecimiento en clientes
El objetivo de esta estrategia es aumentar la participación de los clientes y conseguir que compren más. Así, podrás captar nuevos prospectos desde la competencia.
- Integración Vertical
Esta estrategia requiere invertir en el proceso de investigación y desarrollo de producto, sustituyendo la compra desde un proveedor por la producción propia de insumos.
- Desarrollo de mercado
Encontrar nuevos mercados para los productos existentes. Es decir, extender el producto a otras áreas geográficas u otros nichos de mercado.
- Diversificación
La empresa puede adoptar una estrategia de crecimiento sustentada en buscar negocios que deriven de tu producto o servicio principal, y que cubran otras necesidades de tu Buyer Persona que hayan sido identificadas a lo largo del tiempo.
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